EN TIERRA DE CIEGOS: MARTÍN VIZCARRA Y LA DANZA DE LAS CORTINAS DE HUMO
El fenómeno Cristo Rata es una herramienta poderosa, pero peligrosa en manos de quienes buscan evadir responsabilidades. En tierra de ciegos, no es suficiente señalar al tuerto: es imperativo exigir que se haga justicia, sin distracciones.
La frase "En tierra de ciegos, el tuerto es rey" parece escrita para describir las últimas peripecias del expresidente Martín Vizcarra. En un contexto donde las sombras de la corrupción lo rodean, las recientes declaraciones del exministro José Hernández: “Me usamos como intermediario”, que lo acusa de haber recibido un millón de soles como soborno resucitan un debate crucial sobre la podredumbre política en el Perú.
Sin embargo, mientras el circo mediático debate si Vizcarra es culpable o víctima, la atención se desvía hacia cortinas de humo cuidadosamente elaboradas. En este escenario, la afirmación de un exconsejero de Moquegua, Luis Miguel Caya Salazar, sobre el "peligro de fuga" del expresidente no pasa desapercibida. Además sostuvo: «Vizcarra definitivamente va a ir a la cárcel y existe un peligro. Vizcarra va a acudir; tiene autorización para ir a Moquegua a pasar fiestas navideñas y fiestas de Año Nuevo. Bolivia queda a unos pocos kilómetros. ¿Quién es el presidente actual de Bolivia? Uno de los amigos de Vizcarra que fue trasladado en la avióneta pagada por Obrainsa».
Recordemos que el ex gerente de la empresa Obrainsa, Elard Paul Tejada Moscoso, declaró esta mañana durante el juicio oral que se le sigue al ex presidente Martín Vizcarra por presuntos sobornos en la obra Lomas de Ilo. Paul Tejada mencionó que al entonces gobernador regional de Moquegua se le hizo entrega la suma de un millón de soles por concepto de coimas a favor de la buena pro de la obra, y que esos pagos se realizaron por partes. Mientras las acusaciones por cohecho y corrupción envuelven al expresidente Martín Vizcarra, su estrategia mediática parece diseñada para minimizar la gravedad de los hechos. Una de las movidas más recientes y polémicas fue su entrevista con el youtuber Cristo Rata, un evento que ha sido interpretado por analistas como una maniobra de distracción más que como un intento serio de defensa o rendición de cuentas.
Como sociedad, debemos cuestionar cómo estas estrategias mediáticas afectan nuestra percepción de la justicia. La tendencia a trivializar los crímenes de cuello blanco a través de espectáculos digitales no solo perpetúa la impunidad, sino que también subestima nuestra capacidad crítica. En este escenario, González Prada vuelve a resonar: “Donde se pone el dedo, salta el pus”. No es gratis ni improvisada la entrevista viral de Vizcarra con el youtuber "Cristo Rata", un movimiento cuidadosamente orquestado para reposicionarse mediáticamente, apelando a un público joven y distraído, mientras se ocultan las declaraciones del exministro que lo incriminan en el supuesto cobro de sobornos. .
REFLEXIONES
Como diría González Prada, “¡Los políticos no son el problema; ¡El problema es que seguimos creyendo en ellos!”. La sociedad peruana, mientras tanto, está atrapada en un ciclo de indignación selectiva que permite que el tuerto” de turno dicte la narrativa. ¿Cuánto más permitiremos que las cortinas de humo encubran el saqueo del país? Distraídos y con una agenda clara de limpiarle la cara al “largarto” es la principal carta mediática de los seguidores. Martín Vizcarra. Esta historia, más que una tragicomedia, es un llamado a abrir los ojos y exigir justicia real, no espectáculos mediáticos diseñados para la distracción. En tierra de ciegos, tal vez sea hora de que todos recoperemos la vista.
El formato escogido no es fortuito: un espacio informal, irreverente y viral como el canal de Cristo Rata sirve para humanizar al expresidente frente a un público joven, poco inclinado a consumir noticias tradicionales.
EL DATO
Durante la pandemia del 2020 el presidente Martín Vizcarra ordenó adquirir pruebas rápidas de antígenos que fueron ineficaces para un diagnóstico certero. A pesar de que la OMS anunció que no servían.
UNA JUGADA METÓDICA
El uso de este episodio por parte de ciertos sectores mediáticos refleja una tendencia a amplificar controversias menores mientras se minimizan temas de mayor relevancia, como las acusaciones de corrupción contra el expresidente Martín Vizcarra. Este tipo de polémicas superficiales parecen diseñados para diluir la atención pública, desviándolas hacia cuestiones anecdóticas en lugar de abordar las implicancias estructurales de los problemas políticos actuales. Esta estrategia, que combina las distracciones mediáticas con el ruido de las redes sociales, permite que figuras políticas como Vizcarra sigan utilizando maniobras comunicacionales para eludir un escrutinio profundo, mientras temas cruciales, como la lucha contra la corrupción, quedan relegados al margen del debate nacional.
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